En la misma temporada, el Chelsea consiguió su segunda Full Members Cup con éxito, con una victoria 1-0 sobre Middlesbrough en la final en Wembley. Bobby Campbell se hizo cargo del equipo, pero no pudo evitar el descenso del Chelsea después de una derrota ante el Middlesbrough FC, un partido que fue de nuevo seguido por problemas con la fanaticada y por un intento de invasión del campo, lo que dictamina un cierre temporal de Stamford Bridge.