Nos dio el partido el tío. Cuando acabó el encuentro y entramos en el vestuario el único comentario que hacíamos entre nosotros no era sobre el partido ganado, sino la talla y categoría del chaval. Para representar a tu equipo favorito, solo tienes que ponerte una camiseta de la primera equipación del Chelsea y dirigirte a las gradas o saltar al campo.
Al día siguiente, Bilbao se echó a la calle para recibir a los campeones. Pero el gol de Bettega proclamó campeones a los italianos en el mismísimo San Mamés, ante las lágrimas de jugadores y aficionados rojiblancos. » Y no era para menos la emoción del presidente, un Real Madrid C. F. campeón de Europa no pudo siquiera marcar un gol a los leones en aquella final, camiseta del chelsea celebrada en el mismísimo Bernabéu.
